Este nuevo periodo de cuarentena, junto con noticias de cifras de contagios muy altas, restricciones, cierre de los colegios, todos en la casa nuevamente; ha sido una noticia que creo en todos ha generado ansiedad.
Es un escenario donde aparece frustración por no lograr esa “vuelta a la normalidad”, y la frustración lleva al enojo.
Se agrega una cuota no menor de mensajes alarmantes, de reglas y recomendaciones que cambian constantemente. Es bastante elevada la dosis de incertidumbre que todo este período ha acarreado.
Por lo tanto, la ansiedad que comenzamos a sentir es de esperarse.
Y aquí es donde vengo a reflexionar y brindar algunos consejos para sobrellevarlo un poco mejor.
Lo primero sería no desconocer de nuestros sentimientos: ansiosos, irritables, inestables; sino aceptarlo y reconocerlo. Ya que cuando acepto un sentimiento u estado, ya aporto una cuota de manejo y control de ese mismo sentimiento. Segundo, permitirme el sentir y estar en un estado ansioso, no por eso colapsar o derrotarse, sino mas bien encontrar la forma y el momento de vivirlo. Y así luego incorporarlo y no contaminar todo lo que hago, pienso y digo con la ansiedad.
Permitirnos momentos de enojo, alegar, estar aburridos y reclamarlo. Pero que tengan una duración acotada. Tanto por uno mismo, como por los que están alrededor de uno.
Acciones que ayudan son momentos placenteros, de distracción, por lo tanto, distinguir qué cosas o momentos me hacen bien. Me refiero a cosas dentro del ámbito cotidiano, puede ser una ducha tranquila, un momento de escuchar música sola y pensar, cocinar una receta, hacer una manualidad con mis hijos… encontrar e identificar un momento que me relaje y que lo disfrute. Así cuando elija hacerlo, tomar conciencia que es un rato para mí. Recibo una dosis de calma que al hacerla consciente ayuda a bajar la ansiedad. Luego retomo mis actividades, pero ya tuve ese momento elegido para descansar o distraerme.
Tampoco olvidar el no cambiar ni interrumpir mucho los horarios y rutinas, ya que eso agrega una sensación de descontrol, que solo aumentará el estado ansioso.
Es muy importante recordar que la situación que estamos viviendo y sus consecuencias, escapan de nuestras manos y de nuestro control. Y es un concepto que podemos compartir y explicarles a nuestros hijos.
Y así, lo planteado tiene directa relación con el estado de nuestros hijos y familia, ya que al yo estar bien ayudo a los demás también a estarlo.
Ps. Magdalena Grez
Psicóloga
Estudié Psicología en la Universidad Diego Portales, soy mamá de 3 niños y me he enfocado en la crianza y dinámica familiar.